Indicadores de éxito en el aula

Para comenzar es fundamental la coordinación y comunicación entre el centro, el Departamento de orientación, profesorado y familia.

• Recibir información y formación sobre el TDAH
• Mantener comunicaciones periódicas en las que se produzca un intercambio de información tanto de aspectos positivos, como negativos sobre el alumno ( avances en  rendimiento académico, conducta del alumno, estado emocional, etc.)
• Todos los implicados han de tomar la misma actitud positiva.

Uso imprescindible de la agenda: dado que algunas de las dificultades más relevantes del alumno con TDAH se refieren a la organización y planificación de sus deberes, tareas, etc., se recomienda su uso. Es importante sensibilizar al equipo docente y a la familia de su importancia como vehículo transmisor de información, pero no reducirla a un intercambio de mensajes negativos sobre el alumno pues eso afectará a su autoestima. En ella ha de constar con suficiente antelación  las fechas de exámenes, contenido que  abarcará, fechas previstas entrega de trabajos, etc.

En el entorno de trabajo se tienen que reducir al máximo los elementos distractores:

• El niño/a con TDA-H debe estar lo más cerca posible al profesor, en la primera fila si puede ser, así el profesor/a puede interactuar, supervisar y darle soluciones más fácilmente, sin dejar de enseñar al resto de estudiantes y de esa forma se podrá llevar un ritmo adecuado en la enseñanza en ese aula, sin que surja un retraso.
• Alejarle de ventanas, murales, elementos decorativos, etc. o no ponerlos en la parte trasera de la clase para que no distraiga al resto de los alumnos/as.

A continuación, enumeramos algunas orientaciones metodológicas a tener en cuenta:

• Rebajar el número de problemas que tiene que realizar. Si se trata de ejercicios en los que tienen que aplicar lo mismo o que prácticamente son iguales, lo que debemos hacer es mandarle realizar parte de ellos así podremos evaluar si el niño/a sabe aplicar lo explicado en clase o no.
• Aunque no finalice todas las tareas que se le han mandado en el aula, evite mandarle que las termine en casa. Esto lo puede percibir como un castigo por un comportamiento inadecuado del que se le hace responsable, además se convertirá en un factor de posible conflicto con sus padres.
• Fraccionar el trabajo. Si tiene que realizar muchos ejercicios, no debemos dárselos todos a la vez, primero debemos darle cinco y cuando termine, decirle que se acerque a entregarlos y se le darán otros cinco.
• Es mejor explicar las asignaturas más difíciles al principio de la jornada escolar, porque es cuando su mente está más fresca. Las lecciones más fáciles se explican más tarde, si se puede.
• Se deben dar más descansos a estos niños/as con este trastorno. Se le puede exigir estar sentado en su sitio el tiempo que puede hacerlo, permitiéndole que se levante.
• Al dirigimos a un niño con TDAH debemos mirarle a los ojos, decirles las cosas de forma directa, es decir, mantener el contacto de forma visual y física para mantener su atención.
• Se darán las instrucciones de una en una y éstas serán concretas, cortas, con un lenguaje positivo y que el niño entienda.
• Procurar que el niño/a repita las instrucciones que se le acaban de dar para asegurarse de que está todo entendido.